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El punto ciego del futbol base

OPINIÓN, por Gustavo Barbich


Aún recuerdo la pregunta de mi padre cuando apenas tenía 5 años, ¿Quieres jugar al fútbol?

En mi época era impensable una respuesta negativa a esa sugestiva pregunta, no había niño en mi pueblo que dijera no a esa tentadora idea. Sí, quiero, le dije y ahí, con esa rotunda afirmación comenzó mi carrera deportiva con el deporte rey. Pero vayamos al “punto” que nos ocupa esta simple reflexión sobre la base del fútbol en España.


Un día, hace ya varios años, me vi obligado a preguntarle a mi hijo que deporte le gustaría practicar y, por supuesto me dijo, como no podía ser menos, el fútbol. Hoy tiene 17 años y sigue jugando con mucho entusiasmo y dedicación. Su meta es ser lo mejor que pueda cada día, apuntando alto en su preparación física, técnica y mental, pero sus méritos, destrezas y habilidades se esfuman en el “punto ciego del fútbol español”.

Hay cientos de jugadores altamente preparados para jugar en lo más alto, condenados a no tener posibilidades, atrapados en el oscuro punto ciego.

A esta altura os preguntaréis a qué me refiero cuando menciono el punto ciego.

Les hablo de los clubes, categorías y jugadores que ningún Ojeador (scout) mira, ni evalúa en lo más mínimo.

En España en 2022 había federados 1.137.651 jugadores de fútbol, tanto mujeres como hombres. Con estas cifras ya podéis imaginar que hay mucho para mirar pero, los ojeadores omiten ojear en el punto ciego del que hablo. Hay categorías y clubes que no entran en su agenda.


El jugador

Todo irá sobre ruedas, hasta cierto punto, si desde pequeño el jugador destaca, porque seguramente jugará en categorías altas y quizás con suerte, si le llama la atención a alguien, podrá acceder a la cantera de algún club importante que, hay que decirlo, no le garantiza nada de nada.

Pero, si el club en donde juega no tiene estas categorías “importantes” (División de honor, Juvenil Nacional o Preferente) y sigue en ese club, prácticamente, está condenado al punto ciego. También puede suceder y, sucede muy a menudo, que el niño o niña no destaque a cierta edad y al pasar los años si lo haga pero, si no jugaba desde pequeño en lo mas alto será muy difícil que se fijen en él.

Hoy las canteras de clubes de renombre no hacen pruebas, como antaño, para encontrar jugadores. Hoy solo se fían de los números y estadísticas que les sirven los ojeadores, las agencias de representación o algún entrenador, creándose un círculo vicioso donde solo acceden algunos. Quienes militan en categorías inferiores son ignorados sistemáticamente, por defecto.

Entre muchas variables, puede ocurrir que la porfía o la relación que un representante, ojeador o entrenador tenga con el jugador y su entorno establezca si lo recomienda o no para determinado club o agencia. La meritocracia no existe en el fútbol a no ser que te acerques a niveles extraterrestres que muy pocas veces ocurre.


Ojeadores o Scouts.

Los que miran el árbol

He visto a lo largo de estos años tres tipos de ojeadores, los contratados directamente por clubes, los que buscan jugadores para agencias de representación y los representantes directos de menor nivel que buscan sus propios jugadores. Lo curioso es que todos ellos, casi exclusivamente, ponen sus ojos en las mismas categorías y clubes repitiéndose una y otra vez, excluyendo de su lista a jugadores que participan en categorías e instituciones menores, que son la mayoría del fútbol base. En Juveniles, por ejemplo, tienen predilección por las categorías división de honor, nacional y algún preferente, dejando fuera de evaluación 1a y 2a división que, como imagináis, forman parte del punto ciego del fútbol y son las que mas licencias aglutinan. Sin embargo en estos niveles “menores” hay jugadores que están preparados perfectamente para competir en cualquier escalón superior a la par de los “mejores”, no obstante, permanecen ignorados por los ojeadores sencillamente porque juegan en 1a o 2a división.

Optan por lo mas fácil, mirar el árbol que les tapa el bosque. Siguen evaluando a los que ya están evaluados en la parte alta de la lista ignorando al resto, en definitiva, se repiten una y otra vez observando a los mismos jugadores cerrando el abanico y perdiendo la oportunidad de descubrir verdaderas promesas. Atletas nuevos con grandes características que, en muchos casos, superarían a los que ya han visto decenas de veces.

Tal vez llegue el día en que estos encargados de seleccionar el futuro del fútbol español amplíen sus miras para detectar lo nuevo y sorprendente que oculta el punto ciego. Las nuevas promesas están en el bosque. Se llevarían verdaderas sorpresas si saben mirar mas allá.

El fútbol español y europeo en general no pasa por su mejormomento. Pocos, muy pocos jugadores de las canteras llegan a los primeros equipos, por algo será, eligen bien o mal a los jóvenes?

El tiempo dirá si algo cambia. Por el momento el ángulo muerto, el lado oscuro o el punto ciego del fútbol base está ahí para que alguien mueva el retrovisor y lo descubra.


¿Cómo hacen los que están en el punto ciego para ser vistos? ¿Por qué descartan por defecto a estas categorías? ¿Por qué si juegas ahí es que no tienes aptitudes altas?Las preguntas son muchas y la respuesta es corta.

“Así es el fútbol “ es la que mas he escuchado.


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